
Una morcilla apretada cubierta de una tela color pistacho. Así me imagino si me vistiera como los maniquíes de los escaparates de las tiendas de deporte. Mira que estoy delgado pero las tallas me parecen imposibles.
La ropa de deporte vive una metamorfosis, y no hablo solo de los tejidos. Algo que creíamos que era un biquini, ahora es el uniforme de crossfit. Y todo en colores bien cantosos.
Mi experiencia con estas nuevas tendencias es rara. Probé un pantalón de correr, esos que son una bermuda toda ceñida, compresiva le llaman, y me lo puse use exactamente una vez. Esto de correr con el choricillo ahí apretado se me hace raro.
Ahora, si en algún sitio se siguen tendencias es en lo digital. Todos a Instagram, luego a TikTok y ahora si no estás en Twich tu negocio va a cerrar.
Buena parte de este ruido lo generamos los que estamos dentro. Subirse a las tendencias es captar la atención, tener un argumento para mantener el contacto, un nuevo impulso que mueve la rueda del cliente.
Y como todo en la vida, hay grises.
¿Aporta algo adicional a tu servicio? ¿Mejora lo que el cliente recibe? ¿Se lo pone más fácil?
Igual te interesa saber que hay tendencias que convierten cero patatero. Y lo sabemos porque las hemos probado. Cero patatero.
¿Te interesa tener datos? Bien cerquita. Abajo.
Contenidos que consiguen visitas y venden.
Imagen de John Schaidler de Unsplah