
Vivimos una obsesión por los KPIs de venta. Presentas un plan de contenidos y sin haber acabado, te preguntan, «ya pero ¿cuántas ventas voy a conseguir?». Me recuerda al ¿cuántos toros han pasado? Te explico en qué consiste.
Una cosa es el Sanfermín de desparrame, kalimotxo y guiris; y otra el Sanfermín del que corre un encierro.
El encierro tiene menos de 900 metros entre calles estrellas, y fíjate lo que parece en la tele. Con suerte vas a correr 50 metros, si consigues empujar y a hacerte hueco entre el resto de corredores.
Para correr hay una máxima: cuenta los toros que pasan, es una cuestión de supervivencia. A veces la manada va suelta y tienes que tener claro cuántos toros quedan, no vaya a ser que te llegue la cornada por detrás.
Esta obsesión por contar puede hacer que te olvides del resto de peligros, como que un cabestro de 600 kg te pase por encima o que el codazo de otro mozo te rompa la nariz.
¿Todo lo que no sea una cornada de un Miura no hace daño? ¿Todo son ventas? Ganar notoriedad o reforzar la autoridad ¿no cuenta? ¿No acaban empujando las ventas?
Igual quieres conocer nuestra metodología con los contenidos para generar interacción con el cliente. Confirmo que hay vida más allá de analytics.
Justo aquí:
¿Es bueno un contenido del que no se mide el retorno?
Imagen de Luis Carmona | Diario de Navarra